Soy André da Silva, un comerciante de Lisboa.
Tengo 38 años, aunque parezca más joven. Soy bastante alto y musculoso, porque trabajo todos los días desde que sale el sol hasta el atardecer. Tengo un aspecto atlético y ligero.
Mi cabello es bastante corto, liso y de color avellana, aunque un poco sucio. También tengo un fino bigote y una perilla. Tengo la cara ovalada y serena, transmite tranquilidad y frescura. Está repleta de pecas que llenan mi cara. Mi piel es bronceada, ya que trabajo al aire libre. Tengo una frente amplia y con alguna arruga. Mis cejas son espesas y mis pestañas largas. Mis ojos son brillantes, verdes y extremadamente redondos. Tengo la nariz recta y lisa y mis orejas son un poco puntiagudas. Mis mejillas son redondas, hinchadas y rollizas. Tengo grandes labios y los dientes alineados, por eso tengo una hermosa sonrisa. Mi cuello es largo y estilizado. Mis manos son pequeñas pero muy ágiles. En cambio, mis piernas son largas y delgadas y mis pies son enormes.
Siempre voy vestido con una túnica amarilla y naranja. Aunque no se me vean llevo unos azules pantalones. Y siempre visto con puntiagudos zapatos.